
Las nuevas normativas europeas y locales exigen instalaciones actualizadas, con protecciones diferenciales, sistemas de puesta a tierra adecuados y materiales que cumplan estándares de seguridad.
Desde asociaciones del sector eléctrico se recomienda a los usuarios no improvisar con instalaciones caseras o no reguladas, ya que representan un alto riesgo de accidentes e incendios.
“Una buena instalación eléctrica es una inversión a largo plazo, tanto en seguridad como en ahorro”, concluyen los expertos.
Previous Post